Tras las muertes de los adolescentes israelíes y palestinos

Algunas vidas valen más que otras

  María Landi

(Una versión más corta de esta nota salió el 4/7/14 en el semanario Brecha de Uruguay).
 
No debe de haber mejor caso de estudio sobre el racismo [y la doble moral] de los medios occidentales que su cobertura de las recientes muertes israelíes y palestinas”. Joe Catron, activista y periodista.
Imágenes de la operación "Guardián de mi hermano" (Activestills).

Imágenes de la operación «Guardián de mi hermano» (Activestills).

Entre el 12 de junio –cuando desaparecieron los tres jóvenes colonos en Cisjordania ocupada– y el 30 en que se hallaron sus cuerpos, Israel llevó a cabo la operación “Guardián de mi hermano” con el fin explícito de destruir a Hamas, al que Netanyahu –sin ninguna evidencia– acusó del hecho.

En dos semanas 600 palestinos fueron detenidos, 12 fueron asesinados, incluyendo cuatro niños de 10, 13, 16 y 17 años; dos personas murieron de ataque cardíaco cuando las tropas israelíes invadieron sus hogares; hubo más de un centenar de heridos (15 de ellos niños y niñas), algunos graves (incluyendo una niña de 9 años deliberadamente arrollada por un automóvil de colonos cerca de Belén); más de 2200 viviendas fueron allanadas y vandalizadas con extrema violencia, y algunas decenas fueron directamente demolidas (una práctica despiadada y abominable que los sionistas heredaron de los colonizadores británicos). Además Israel realizó 35 ataques aéreos sobre Gaza (contra 18 cohetes caseros de la resistencia palestina que, como es habitual, no causaron víctimas).

¿Ven? Solo nos estamos defendiendo!

¿Ven? Solo nos estamos defendiendo!

Hebrón, la mayor ciudad palestina (casi 200.000 habitantes), fue puesta bajo toque de queda, el ejército ocupó edificios y azoteas y rastreó todas las localidades vecinas en la zona donde desaparecieron los colonos. No deja de ser sospechoso que con todo ese despliegue (y la eficiencia de los servicios de inteligencia israelíes) tardaran más de dos semanas en encontrar los cuerpos a pocos metros de donde habían desaparecido. Algunas fuentes calificadas han filtrado el dato de que el hallazgo habría sido hecho mucho antes, pero se ocultó para poder continuar con la operación de persecución de Hamas y la detención de varios centenares de sus miembros.

Poco importó que ninguna organización palestina reivindicara el secuestro y asesinato de los colonos (como sí ha ocurrido en el pasado) y que los líderes de Hamas negaran toda responsabilidad. Tampoco se necesita imaginación para darse cuenta de que, si no era para canjearlos por presos palestinos, el crimen no podía reportarle beneficio alguno a Hamas, a solo dos semanas de haber alcanzado un acuerdo con Fatah y establecido un gobierno transitorio de unidad nacional. En cambio, quienes tenemos memoria sabemos bien que esta dinámica no es nueva: cada vez que los palestinos obtienen algún avance en el plano político (ya sea dentro de su territorio ocupado o en el plano internacional), Israel lanza una operación para hacer trizas ese logro y hacerlos regresar al único terreno que conoce: el de la violencia.

El mismo Ban Ki-Moon pidió a Israel que presentara evidencias de la responsabilidad de Hamas en el crimen de los jóvenes, y Amnistía Internacional afirmó que la operación de castigo colectivo sobre la población palestina (un crimen de guerra según el derecho internacional humanitario) no haría justicia al homicidio de los colonos. Israel, haciendo como de costumbre oídos sordos a las exhortaciones de la comunidad internacional, cercó el barrio de Hebrón donde viven los dos principales sospechosos (según afirma) y procedió a destruir con explosivos sus viviendas; una medida punitiva brutal, sin mediar juicio ni garantías de ningún tipo, que afectó a los numerosos integrantes de ambas familias (incluyendo muchas niñas y niños).

Ver aquí una impresionante secuencia de fotos de Kelly Lynn sobre la destrucción de las viviendas de las familias Qawasmeh y Abu Eisha.
Parte de la casa de la familia Qawasmeh después de la destrucción del ejército israelí.

Parte de la casa de la familia Qawasmeh después de la destrucción del ejército israelí.

Inmediatamente después del hallazgo de los cuerpos de los tres colonos se desató en Israel una ola de furia colectiva, con llamados de “Muerte a los árabes” para tomar venganza y exigiendo al gobierno que acabe con ellos de una vez para siempre. No faltaron políticos israelíes que se sumaran a esta campaña. Hubo ataques de turbas a personas y propiedades palestinas y un par de intentos de secuestro de niños. Mohammed Abu Khdeir (16) fue secuestrado, torturado y quemado vivo por colonos enfurecidos en Jerusalén Este, lo cual desató una inusual ola de protestas violentas que ya han dejado un saldo de más de 250 palestinos heridos en la ciudad. Su primo Tarek Abu Khdeir (que vive en EEUU, tiene ciudadanía de ese país y estaba de vacaciones) fue golpeado salvajemente por la policía, que además lo detuvo sin proporcionarle atención médica. Solo fue liberado dos días después, bajo fianza y con prohibición de acercarse a Shuafat, el barrio de su familia.

Un integrante de la familia Abu Eisha en Hebrón mira las ruinas de su hogar destruido por Israel el 1º de julio (Foto CPT).

Un integrante de la familia Abu Eisha en Hebrón mira las ruinas de su hogar destruido por Israel el 1º de julio (Foto CPT).

Víctimas invisibles

Todos los medios occidentales se han hecho eco de la muerte de los tres jóvenes colonos. Los gobiernos no tardaron en condenar el hecho y expresar su pésame a su par israelí. Pero ni unos se molestaron en informar sobre la violencia desproporcionada desplegada por Israel durante la operación reciente, ni los otros en condenar los 15 asesinatos de palestinos (incluyendo niños y adolescentes) ni en expresar sus condolencias a ese pueblo. Ni los tabloides ni las pantallas de televisión han registrado sus nombres o sus rostros, ni hemos visto imágenes de sus funerales ni del llanto desconsolado de sus madres.

Irónicamente, Netanyahu afirmó que los colonos «fueron secuestrados y asesinados a sangre fría por animales”. Uno se pregunta cómo se debe calificar a un ejército que mató a 15 jóvenes en pocos días, o que asesinó a un niño palestino cada tres días en los últimos 13 años, y a 1500 desde el año 2000; o que cada madrugada irrumpe con violencia en los hogares palestinos, arranca a los niños de sus camas, los lleva esposados y de ojos vendados con rumbo desconocido, los interroga bajo torturas e incomunicación y los juzga en tribunales militares por el (supuesto) delito de tirar piedras a las fuerzas que ocupan su país.[1]

Tarek Abu Khdeir luego de ser torturado por la policía israelí.

Tarek Abu Khdeir luego de ser torturado por la policía israelí.

Ante la parcialidad con que los medios occidentales (des)informan sobre este conflicto, una vez más debemos repetir que la violencia de los ocupados no es la causa de la ocupación: es un síntoma, una consecuencia de la violencia original e impune que desde hace casi 70 años ejerce uno de los ejércitos más poderosos del mundo sobre un pueblo limpiado étnicamente, ocupado militarmente, colonizado territorialmente y discriminado jurídicamente. No por casualidad las víctimas palestinas son entre cuatro y cinco veces más que las israelíes.

Esta desproporción de los medios y gobiernos parece indicar que para el mundo la vida palestina es barata y desechable, mientras que la judía es sacrosanta. Toda vida humana es preciosa, y la muerte violenta de un joven –cualquiera sea su filiación étnica o religiosa– es un crimen que debe ser repudiado y castigado. Precisamente por eso Occidente debe admitir de una vez por todas que la vida de miles de niños y jóvenes palestinos es tan valiosa como la de tres colonos judíos, y el dolor de sus madres y sus familias es igual de profundo.

En medio de la explosión de rabia, recriminaciones y odio generalizado que campean en este momento, no deja de ser un alivio escuchar algunas voces sensatas de las propias familias de las víctimas: “Estoy contra el secuestro y el asesinato. Ya sea judío o árabe, ¿quién aceptaría que su hijo o hija sean secuestrados o asesinados? Llamo a las dos partes a parar el derramamiento de sangre”, dijo el padre de Mohammed Abu Khdeir. “El asesinato es asesinato. No importa la nacionalidad o la edad, no hay justificación ni perdón para cualquier asesinato”, dijo el tío de Neftalí Fraenkel, uno de los tres jóvenes colonos.

Sin olvidar que una de las familias es víctima de una violenta ocupación desde hace tres o cuatro generaciones, y la otra es víctima de su propia decisión de vivir en un territorio robado que (independientemente de su particular interpretación teológica) la comunidad internacional entera considera que pertenece y debe ser devuelto a otro pueblo.

 [1] Conviene recordar, en este contexto, que en febrero Amnistía Internacional denunció a Israel por su “cruel indiferencia hacia la vida humana” en la matanza de decenas de adultos y niños palestinos en los últimos tres años, asegurando que las fuerzas israelíes cometen constantes abusos de derechos con uso “innecesario, arbitrario y brutal” de la fuerza, y con “total impunidad”.
Funeral de Mohammed Abu Khdeir en Jerusalén Este

Funeral de Mohammed Abu Khdeir en Jerusalén Este (Activestills).

Esta es la lista de las víctimas palestinas, hasta el 5 de julio:

Ahmad Sabarin (20) fue asesinado en el campo de refugiados de Jalazone (Ramala)
Mohammad Dodin (13) fue asesinado en Dura (Hebrón) 
Mustafa Aslan (21) en el campo de refugiados de Qalandiya (donde también le dispararon a Yazan Odeh, que está luchando por su vida);
Jawad Muhammad Dawud (60) murió de un ataque cardíaco después que los soldados invadieron su casa en Hares (Salfit) y lo golpearon;
Ahmad Said Khalid (27) del campo de refugiados de Al Ein, fue asesinado en Nablus
Mahmud Atallah (30) de Betunia, fue asesinado en Ramala
Sakher Burhan Abu Muhsen, de Tubas, fue asesinado en el Valle del Jordán
Yusuf Abu Zaghah (16) fue asesinado en el campo de refugiados de Jenin
Fatima Ismail Issa Rushdi (78) murió de un ataque cardíaco después que los soldados invadieron y vandalizaron su hogar en Hebrón
Alí al-Awour (10) murió por un ataque aéreo israelí cuando viajaba en moto con su tío en el norte de Gaza  
Mohammed Ziyad Abeed (29) murió por otro ataque aéreo israelí en Al Qarara, al este de Khan Younis (Gaza).
Mohammed Al Suni (23) y Osama Teziz (26) fueron asesinados por drones israelíes en el campo de refugiados de Shati, Gaza.
Mohamad Abu Khdair (16) fue secuestrado a las 4 AM en la mezquita de Shuafat (Jerusalén Este) por colonos judíos que lo torturaron hasta la muerte; su cuerpo apareció totalmente quemado.
 
Además, Joud al-Danaf (2) murió en Gaza cuando un cohete lanzado por la resistencia palestina desde al-Atatrah, en el área de Beit Lahia (norte de Gaza) cayó por error donde jugaban varios niños y niñas. Su hermanita y dos primos (entre 2 y 4 años) resultaron heridos y tuvieron que ser hospitalizados.
 
"La culpa del asesinato de los tres jóvenes judíos y del asesinato de infinidad de niños palestinos debe colocarse en donde corresponde: en las manos del régimen racista de ocupación, apartheid y sociocidio israelí." Nurit Peled-Elhanan, académica israelí, premio Sakharov de DDHH y co-fundadora del Tribunal Russell sobre Palestina. (Nurit perdió a su hija en un atentado suicida palestino).

«La culpa del asesinato de los tres jóvenes judíos y del asesinato de infinidad de niños palestinos debe colocarse en donde corresponde: en las manos del régimen racista de ocupación, apartheid y sociocidio israelí.» Nurit Peled-Elhanan, académica israelí, premio Sakharov de DDHH y co-fundadora del Tribunal Russell sobre Palestina.
(Nurit perdió a su hija de 12 años en un atentado suicida palestino en 1997).

Ver otros análisis y reflexiones sobre los recientes asesinatos y sus implicaciones:

Inhumanos palestinos, por Santiago Alba Rico.
Como moros en la niebla, por Liliana Córdova.
El último show internacional “Made in Israel, por Lidón Soriano.
Cientos de presos “administrativos”, tres muertos israelíes y varios palestinos, y las acostumbradas calamidades de una colonización racista, por Gerardo Leibner. 
Israel debe asumir sus responsabilidad por el castigo colectivo infligido a los palestinos, por el Comité Nacional Palestino (BNC) de la Campaña BDS.
 
Análisis de 3’ del periodista Pedro Brieger en Canal 7 de Argentina:
 NOTA: A raíz de este análisis intachable, las organizaciones sionistas de Argentina lanzaron una campaña de linchamiento mediático contra Pedro Brieger (también judío), exigiendo su destitución de la TV pública argentina. Es que la narrativa sionista no puede darse el lujo de permitir que alguien se refiera a las causas profundas, al origen de este mal llamado conflicto sin poner en peligro la legitimidad de su proyecto colonialista y del mismo Estado de Israel (surgido de una campaña de limpieza étnica de la población nativa); y tampoco puede tolerar que otro pueblo amenace su monopolio de la victimización (el discurso más redituable que el sionismo viene explotando desde hace 70 años). Ver aquí la carta de solidaridad con Pedro Brieger creada por las y los activistas de solidaridad con Palestina en Argentina, y firmar aquí la petición en Change en apoyo a su labor periodística.
  

Acerca de María Landi

María Landi es una activista de derechos humanos latinoamericana, comprometida con la causa palestina. Desde 2011 ha sido voluntaria en distintos programas de observación y acompañamiento internacional en Cisjordania. Es columnista del portal Desinformémonos, corresponsal del semanario Brecha y escribe en varios medios independientes y alternativos.
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4 respuestas a Tras las muertes de los adolescentes israelíes y palestinos

  1. David Comedi dijo:

    Qué buen trabajo, María Landi! Importantísimo reconto.

  2. Muy buen post resuemiendo lo que viene acontenciendo estas ultimas semanas.

  3. Juan Bermudez dijo:

    Qué triste lo de el sionismo israelí. Yo, que lloré cuando los atentados de la AMIA en Buenos Aires y me he conmovido siempre por el Holocausto , ahora estoy tan asqueado por la forma inhumana con la que han ocupado Palestina y desplazan a sus habitantes, los ningunean, los masacran y abusan de todas las maneras posibles .El hecho de tener poder militar, el dinero para mantenerlo y los amigos «apropiados» no da derechos ni legitimidad para sostener tales actos. Ni siquiera hay razones históricas…El Canaán no puede considerarse como la tierra de los Judíos y ni siquiera Jerusalem habría sido fundada por Judíos, que habrían llegado por allí varios siglos después, en todo caso compartiendo estas tierras con muchas otras tribus.
    Aclaro de antemano que no confundo Pueblo Judío con estado de Israel, soy Argentino y conozco muchos Judíos buenos y lamento que unos pocos quieran que Pedro Brieguer (un gran periodista Judeo-Argentino, sociólogo y profesor de la U.B.A , que vivió en Israel y conoce de lo que habla) renuncie como columnista de Canal 7 por opinar con sensatez y veracidad sobre el tema Palestina tras el hallazgo de los adolescentes.
    Asimismo me extraña sobremanera la actitud desmedida israelí que no cae en la cuenta que en breve (unos pocos años) se encontrará solo porque su aliado lo abandonará ya que apenas si podrá defender su propio territorio y alimentar a su gente.
    La verdad es que la humanidad es cíclica, cada tanto se autodestruye y parece que no hay remedio para su estupidez…

  4. gustavo dijo:

    Una cosa clara es que siempre los ocupantes pagan caro los israelíes vienen de padecer una represión algo parecida a lo de gaza por los alemanes en la segunda guerra pero no entiendo que fue lo que les enseño esa experiencia en la segunda guerra mundial en la que hitler los quiso exterminar fueron 6 millones aproximadamente y ellos lo llaman holocausto yo diría holocausto padeció Rusia que tubo una baja de 25 millones de muerto en esa guerra. Ahora los israelíes se creen con la autoridad y el derecho de hacerle a los demás lo que les hizo Alemania mi opinión particular es que ellos los israelíes son una ocupación primeramente en un territorio del que dios mismo los echo en los tiempos bíblicos porque ya no los soportaba mas por traidores necios y asesinos y me imagino que hoy en día ellos creen que es dios el que los esta ayudando jajajajajaja si así fuera ya no existiría mundo en segundo lugar el presidente de Israel Benjamín Netanyahu es un nazi nato cuando habla usa términos muy pero muy parecidos a los de hitler y shimon perez es otro acecino y nazi entre esos 2 han mantenido esa zona en constante conflicto pero mas aun son unas cobardes se jactan de vocifera amenazar y atacar a quien sea porque detrás de ellos esta la protección de un gigante fuerte que los protege No no es dios es EE UU dios no protege a los asesinos de inocentes. en tercer lugar yo me siento muy pero muy seguro de que a ellos pronto les llegara el momento de comerse sus palabras y ojala cuando eso sea no sean exterminados de una vez por todas porque huy por hoy e comenzado a creer que si hitle los hubiera exterminado el mundo no seria lo que es hoy no parece lógico el pensar así pero tampoco me párese lógico que después de ser salvados ellos apliquen las mimas técnicas de exterminio a un pueblo que es el dueño de esas tierras que OCUPA ISRAEL en fin solo me queda por decirle a los iraelies una cosa da asco lo que son y lo que hacen y espero estar vivo cuando llegue el día en el que serán aplastados les digo eso porque ya se han ganado el odio del mundo y eso les debería preocupar porque en la segunda guerra solo los odiaba Alemania y casi fueron exterminados imagínense ser atacados por todo el mundo pero me imagino que palabras como estas no les importa bueno hitler les decía a su pueblo que durmieran tranquilos Alemania jamas sera bombardeada peeeeeero ya saben lo que paso. Me despido diciendo las guerras nunca suceden como se planean y siempre terminan en desastre .

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